La Voz de Galicia – 2-11-2017- Lara Da Silva se marca como objetivo consolidar y aumentar mercados. La meteorología complicó este año la vendimia en la Galicia interior,

singularmente en Monterrei. Lara Da Silva Rodríguez (Verín, 1989) no se dejó impresionar por las perspectivas y aceptó el reto de la presidencia. Al final, las cifras no han sido tan dramáticas…

-Fue atípica, efectivamente, influenciada por heladas, sequías y granizo, que dañaron de forma selectiva zonas y parcelas, con una reducción final del 35,48 %. En abril, tras las terribles heladas, las expectativas no eran muy halagüeñas, pero la ardua labor de viticultores y bodegueros permitió recuperar parte de las vides dañadas. Por otro lado, como me han indicado desde nuestro propio departamento técnico, con las altas temperaturas estivales la uva llegó en un excelente estado sanitario a las bodegas. De todos modos, hemos sido la denominación gallega con más reducción, pasando de 4.470.338 kilos en el 2016 a 2.884.103 este año.

-¿Qué la animó a aceptar la presidencia? ¿Ayuda saber que existe una buena sintonía dentro del sector, sin las guerras abiertas que mantienen en otras zonas?

-La defensa de la calidad de los vinos de Monterrei. En los últimos años, se ha producido un crecimiento exponencial, tanto cuantitativo como cualitativo. El objetivo es seguir así, afianzando el mercado conseguido para seguir creciendo, con el objeto de llegar al mayor número posible de consumidores. Con respecto a la buena sintonía en el sector, debo destacar que me he sentido bien acogida. Espero que siga así todo el mandato. Si todos remamos en el mismo sentido, solo tendremos buenas noticias, que es lo que importa.

-Abogada y criminóloga de formación. ¿Los estudios le dejaban tiempo para participar en las vendimias?

-Por supuesto. En cualquier casa que viva del campo se sabe lo que supone la recogida de esos frutos por los que se lucha todo el año. En vendimia se para el mundo. Soy hija de viticultores. Siempre he tenido vinculación con la viñas y su cuidado. He participado en numerosas vendimias y lo seguiré haciendo. El mejor modo de conocer el vino para poder promocionarlo es participar en todo su proceso, desde la vendimia hasta el embotellado y la distribución en el mercado.

-Monterrei se ha mantenido hasta ahora en un punto de equilibrio, sin inclinarse solo por blancos o tintos. ¿Cree que seguirá siendo así?

-Hoy el 70% de nuestra uva es blanca. En la actualidad, identificamos más a Monterrei con el vino blanco. Hace décadas quienes acudían al valle a comprar demandaban variedades tintas. Creo que creceremos en tintos, ya que poseemos unas peculiaridades que generan curiosidad entre los consumidores.

-La D. O. no ha dejado de crecer en los últimos años. ¿Ve margen para seguir subiendo?

-Desde luego. En los próximos meses se sumará otra bodega y seremos veintiséis. Podemos presumir de la curiosidad y atractivo que despierta Monterrei, por lo que no descartamos que otros grupos puedan interesarse por la zona. Uno de los objetivos que nos planteamos es ampliar el número de municipios inscritos. En el 2009 se incluyó Vilardevós, y en los últimos meses otros nos han transmitido el interés en ese camino.

-La inversión en Vilardevós, precisamente, donde se ha preparado el viñedo que pasa por ser el más grande de Galicia, con la presencia de Martín Códax, demuestra el atractivo y potencial de la zona, ¿no?

-Efectivamente. Tenemos un enorme potencial y atractivo, no solo porque contemos con firmas de peso, sino porque nuestra apuesta por la calidad se está traduciendo en premios y reconocimientos, nacionales e internacionales. Despierta interés.

-¿Cree que la expansión del cultivo de Godello, Treixadura y Albariño en toda Galicia, fuera de los ámbitos geográfico a los que se limitaban hace unos años, hace más uniformes los blancos gallegos?

-Cada zona tiene sus peculiaridades climáticas y de suelo. Nosotros estamos en una con importantes diferencias de altitud, orientación y suelos, con un microclima que da lugar a oscilaciones térmicas de 30 grados entre el invierno y el verano. Todo ello aporta matices diferentes a nuestros blancos, en los que también se utilizan otras variedades de uvas, como Dona Branca, Blanca de Monterrei, Caíño Blanco y Loureira.

-La Dona Branca, antaño referencia de Monterrei, ha cedido espacio de forma llamativa…

-Con la reestructuración del viñedo se apostó por Godello o Treixadura. Es cierto que el porcentaje de Dona Branca es bajo, pero algunas bodegas la están redescubriendo.

-¿A la hora de la promoción, es más de que cada cual defienda lo suyo, o cree que se debe aprovechar el tirón de los vinos gallegos en general?

-Debemos ir juntos. Es una línea que se sigue desde la Xunta en ferias como Fenavin y Alimentaria, e incluso en otras acciones promocionales. A mi entender es la acertada. Aquí no somos enemigos, ni uno es mejor que otro, aquí somos productos gallegos y de calidad, con características propias, que luego selecciona el consumidor.

– El de la denominación genérica de vinos de Galicia es un debate recurrente. ¿Cree que se acabará haciendo?

-Creo que ahora no sería acertado aventurarse a opinar.

-¿Se atrever a hablar de los vecinos? ¿Ribeiro, Valdeorras, Ribeira Sacra, Rías Baixas?

-Tengo claro que en todas partes se intenta el mejor trabajo posible, para posicionarse en el mercado. Hablar de los vinos gallegos en general es bueno, aunque yo, ya puestos, yo hablo de los míos, los de Monterrei.

Lara da Silva ha llegado al consejo con un total respaldo por parte del pleno de la D.O. FOTO: GONZÁLEZ

«Con el atractivo que despierta Monterrei, no descartamos la llegada de otros grupos»

«Soy hija de viticultores. El modo para conocer el vino es participar en todo su proceso»